Depresión estacional
También conocida como trastorno afectivo estacional, se denomina Depresión estacional a la depresión que aparece de manera cíclica ligada a las estaciones del año. Se relacionan con más frecuencia con el tránsito del otoño/ invierno aunque no necesariamente.
Con la llegada del frío, todos los años alrededor de las mismas semanas (aunque no todos los años en las mismas fechas…), aparecen en mi consulta personas con síntomas de bajo ánimo que tienden a repetirse cada año, o también empeoramiento de episodios depresivos previos sin causa aparente.
No sabemos a ciencia cierta cómo se establece esta relación, pero es muy común el vínculo entre la escasez de luz solar y síntomas de tristeza. Se cree que la falta de luz solar puede afectar los ritmos circadianos y la producción de melatonina y serotonina en el cuerpo. La melatonina regula el sueño, y la serotonina es un neurotransmisor asociado con el estado de ánimo. También está actualmente en investigación una posible relación con el déficit de vitamina D, que a su vez tiene que ver con la exposición a la luz solar.
Las oscilaciones en el estado de ánimo según la luz solar recibida pueden ser normales. Es tremendamente frecuente sentirse con un tono más apagado en días nublados o en las horas previas al anochecer. Pero dichos cambios de humor también pueden ser determinantes de este trastorno conocido como Depresión estacional según la frecuencia con los que aparezcan, intensidad e interferencia con el funcionamiento normal de cada uno.
Los síntomas típicos de la depresión estacional son similares a los de la depresión mayor e incluyen:
- Tristeza persistente.
- Cansancio, fatiga, disminución de niveles de energía en general.
- Cambios en el apetito.
- Cambios en el patrón de sueño.
- Dificultad para concentrarse, mantener la atención o memorizar nuevos contenidos.
- Pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras.
- Pérdida de iniciativa.
Otras personas en lugar de notar cambios de su estado anímico con el acortar de los días del otoño-invierno lo harán con el cambio de primavera-verano, en ocasiones hacia la tristeza y otras hacia la euforia. De igual manera, estos ciclos pueden tener una categoría de normales o patológicos en función de lo que nos afecte.
El tratamiento para la depresión estacional no difiere sobre el de cualquier otro tipo de depresión (apoyo, psicoterapia, fármacos) salvo el de aumentar la exposición a la luz si fuera posible. Este tratamiento también se conoce como fototerapia, que implica exponerse a una luz brillante y artificial durante ciertos momentos del día. Lo más recomendable sería tomar luz solar con las debidas precauciones. Existen lámparas de luz que se han desarrollado específicamente para este problema.
Algunos aspectos clave de la fototerapia:
- Intensidad de la luz: se utiliza una luz blanca brillante que simula la luz natural del día aunque más intensa que la luz interior normal. Las lámparas utilizadas para la fototerapia pueden proporcionar entre 2,500 lux a 10,000 lux (unidades de medida de luminosidad).
- Duración de la exposición: aunque puede variar, generalmente se recomienda entre media a una hora al día. La exposición se debe realizar de manera regular, preferiblemente por la mañana temprano, para ayudar a regular el reloj biológico y mejorar los patrones de sueño.
- Distancia y ángulo: La persona debe estar a una distancia específica de la lámpara y en un ángulo concreto, generalmente se sitúa a una distancia de aproximadamente 40-60 cm del foco de luz.
- Seguridad: Estas lámparas emiten una luz sin rayos ultravioleta por lo que son seguras con respecto a posibles quemaduras. No obstante se recomienda seguir las recomendaciones de seguridad de cada fabricante.
Si tienes dudas sobre si padeces este u otro tipo de trastorno, puedes consultar conmigo.